El Gobierno quiere ampliar la prohibición de fumar en lugares públicos y eliminar el que los dueños de establecimientos de hostelería decidan si en su local se puede o no fumar. Y es lo más razonable: que se prohíba. Hay mucha calle para fumar; pues a fumar a la calle.
Resulta que en las empresas está prohibido fumar a todos los empleados y de pronto nos encontramos con unos empleados que tienen prohibido fumar -puesto que están trabajando dentro de su empresa- pero tienen que soportar como otros lo hacer y, por lo tanto, ejercer de fumadores pasivos.
Muchos dueños de restaurantes, bares y otros lugares de ocio han puesto el grito en el cielo al considerar que eso va a mermar sus ingresos, pero estos dueños no tienen en cuenta que el Estado debe velar por la salud de todos los ciudadanos y están anteponiendo el dinero a la salud, es más, están anteponiendo SU dinero a NUESTRA salud. Me parece un tanto egoísta. Aunque con la crisis que tenemos ahora mismo puedo incluso entenderles, aunque no comparto sus razonamientos.
Ya se ha hecho en otros países y no ha pasado lo que tanto temen los empresarios. Si la gente deja de entrar en sus establecimientos será porque te cobran un café o una caña a precio de oro y no porque se pueda o no fumar. Todo el mundo seguirá yendo a tomarse su café o su vermut y se saldrá a fumar el cigarro a la calle; o se tendrá más variedad de bares y en vez de tomarme dos cañas aquí, me tomo solo una, me fumo un cigarro de camino y me tomo otra allí. Eso es diversificar y repartir los beneficios, aunque siempre quedará la ventaja de las cosas bien hechas, baratas y servidas con alegría.
Lo que si creo que debería hacer este Gobierno es indemnizar a todos aquellos establecimiento que, para cumplir con la antigüa ley, habilitaron zonas especiales para fumadores con el consiguiente quebranto económico que supuso en su momento y que ahora y puesto que se va a prohibir no sirven para nada.
Soy un ex-fumador y dicen que somos los peores a lo hora de ser tolerantes con los fumadores, pero es posible que sea precisamente por lo que pasamos.