Ahora Benedicto XVI nos dice que el infierno existe. Al Papa anterior Juan Pablo II dijo que no existía, pero este confirma que efectivamente existe.
La verdad es que me empieza a preocupar el tema. Primero la Iglesia española con el tema de que nos condenaremos si votamos a la izquierda que aboga por el aborto, la igualdad de esos gays que vete a saber que diabluras hacen en sus matrimonios y la educación para la ciudadanía que es un estudio totalmente hereje, y ahora el Papa que nos asegura que ojito que efectivamente el infierno existe.
El caso es que pensado despacio, que se lo pregunten a los irakíes, los afganos y los que sufrieron y sufren con las consecuencias del 11-M: eso sí es un infierno. Lo demás es tontería.