Con el tema del «¿por qué no te callas?» del Rey a Chaves han existido una serie de andanadas dialécticas del señor Chaves hacia la política española y el Rey que no tuvieron contestación por parte de nuestras autoridades justificando su actitud con la salvaguarda de los negocios de capital español ubicados en Venezuela. Y parece lógico que a veces haya que hacer oídos sordos a ciertas declaraciones y así parece haberlo confirmado el que poco a poco se va enfriando la polémica y poco a poco van volviendo las aguas a su cauce. Por otra parte debemos recordar que al fin y al cabo, aunque nos parezca que este señor es un impresentable, fue elegido en la urnas.
Hoy ha llegado, en la que es su primera visita oficial, el dictador libio Muamar el Gadafi y se le recibe con honores de Jefe de Estado. Se vuelve a justificar estas medidas por los intereses económicos. No en vano, Libia es el tercer proveedor de crudo de España y Repsol YPF es la empresa española con más intereses allí.
Otra vez el dinero justifica un trato preferente y en este caso a un dictador, no elegido en las urnas. Pero a nosotros nos llega el crudo y es lo que necesitamos. Si en Libia se sigue persiguiendo a la gente, se la encarcela y se la tortura como hace unos cuantos años aquí, eso no importa. Lo importante en el dinero.
¿Seguro?
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