Nada más llegar a la alcaldía de Madrid, el Sr. Gallardón se dedicó a eliminar esos monolitos que inundaban la ciudad en los que además de publicidad resulta que veíamos la hora y la temperatura. Ahora se dedica a inundar Madrid a base de pantallazos gigantes como los de las imágenes, que además de publicidad deben dar una cantidad de pasta increíble, o eso se debería suponer, ya que entre el tamaño y la cantidad de anunciantes que pueden poner su publicidad en ellos por ser esta rotativa debería ser un negocio redondo.
Eso sí, la vista se resiente en cuanto te encuentras con uno de estos. Dan hasta miedo…