El otro día iba por la A-2 en Madrid y llegando al desvío a la M-30 veo a una rubia, guapa y conduciendo un Mercedes C 300 y ¡ hablando por el móvil ! Que me dije: «Coño, estoy por pararla y darle alguna limosnita para que se compre el manos libres«. Porque es que no entiendo que se gasten más de 40.000 € en un coche como ese y después no tengan las miserables 60 moneditas de un euro para comprarse un simple Parrot.
Pero lo que me alucinó es ver a su cuñado -o algo de la familia por su actitud- que conduciendo