Me gusta pasear por Madrid, sobre todo en días tranquilos como hoy, con mucha gente fuera por las vacaciones de Semana Santa. Me gusta observar detenidamente los edificios y pensar el tiempo que llevan construidos.
Hoy he estado en los alrededores del Museo del Prado y Los Jerónimos. En la calle Moreto, 1 encuentro una placa que recuerda a Mariano Carderera y Potó, pedagogo y maestro español y dedicada por el Colegio de Maestros Auxiliares de las Escuelas Publicas de Madrid, y me digo: fíjate colega, si no llegas a pasar por aquí ni te enteras de que este fulano existió; vamos en cuanto llegue a casa lo busco en la wikipedia, que de fijo que sale. Y efectivamente, fue un pedagogo español y de los primeros profesores de primaria. Curioso. Antes de eso observo el edificio de la ampliación de Museo del Prado. Demasiado moderno para la zona según mi gusto. Vamos que le pega al de Los Jerónimos principalmente de cojones. Las casas de la calle Academia, Espalter o Alberto Bosch son dispares. Se mezclan edificios de otras épocas con ladrillos en antes de ayer. Incongruencias de la arquitectura castiza.
En la calle Felipe IV, en el lugar donde se bifurca dejando en medio el Cason del Buen Retiro, precediendo a éste encontramos la estatua de Mª Cristina de Borbón, madre de Isabelita II y regente desde la muerte de su esposo el Rey Fernando VII, rey hijoputa donde los haya, hasta su salida de España dejando la regencia en manos del General ese del caballo con los cojones más grandes de aquí y parte del extranjero: Espartero. Alrededor de la estatua en una parte de la base que forma un octógono, podemos leer en cada cara lo siguiente bordeando la estatua por su derecha: Conservatorio de Música, Ministerio de Fomento, Estatuto de 1834, Ciencia Artes y Oficios, Convención de Vergara, Universidad del Reino, todo ello relacionado con la susodicha reina consorte y regente esporádica.
En la misma calle de Felipe IV, en el número 9, encontramos una placa que nos recuerda que allí vivió entre 1940 y 1981 el escritor, poeta y dramaturgo José María Pemán. Ves, otra cosa de la que me entero. Después de más de 40 años viviendo en esta villa y corte y ni puñetera idea de que ahí mismo hubiera vivido mi amigo Pemán. La verdad es que paseando y fijando la vista en algunas pequeñas cosas te encuentras con curiosidades de lo más curiosas.
Bueno, ya me iré dando más vueltas y apuntando todas las curiosas curiosidades para contarlas después.