Mañana cerrará el PP la comisión de investigación por las supuestas espías a varios cargos del gobierno madrileño después de un paripé que ha montado para parecer que hacía algo. Según Güemes el tema de las espías era «un enorme bulo y una gran mentira». Por eso indica que todos los miembros del gobierno a título individual han presentado una demanda de conciliación contra El País. Esté es el paso previo para una querella criminal. Se hace para evitar el ir a juicio si la parte demandada se retracta y da la razón a la parte demandante.
Me parece lo correcto. Lo que no entendería es que se empecinaran en la mentira que supuestamente es el tema de los seguimientos y después no actuaran contra los que dicen que han mentido. Pero en todo caso, las informaciones que han aparecido en El País sobre los seguimientos son reales como en su día reconocieron los perseguidos, por lo que además de demandar al diario por publicar una mentira al decir que los espías estaban detro del gobierno de la Comunidad de Madrid, tendrán que denunciarlo por ser los espías que realizaron esos seguimientos, ya que, como digo, los propios espiados lo reconocieron en su día.
A mi lo que me parece es que Esperanza Aguirre ha llamado al orden a todos los miembros del partido en Madrid y del gobierno de la Comunidad en particular y les ha leido la cartilla, les ha ordenado presentar demandas y negar la mayor para ir haciendo tiempo. No se explica el cabreo inicial del Vicepresidente Ignacio González y que ahora se haya echado para atrás. Está claro que la jefa ha ejercido como tal.
El caso es que, independientemente de la gravedad de las escuchas y seguimientos, al final los perjudicados fueron ellos en todo momento, ya que eran ellos mismos lo que se seguían a ellos mismos. Yo me lo guiso, yo me lo como. Y de la misma forma se comen la comisión de investigación, que no ha servido más que para que seguramente algunos diputados de la asamblea cobren más dietas este mes.
Es igual, de aquí a las elecciones, todo olvidado.